viernes, 26 de agosto de 2011

ESTILOS DE APRENDIZAJE

Las personas perciben y adquieren conocimiento de manera distinta, tienen ideas y piensan de manera distinta y actúan de manera distinta, así mismo, las personas tienen preferencias hacia unas determinadas estrategias cognitivas que les ayudan a dar significado a la nueva información. El término estilos de aprendizaje se refiere a esas estrategias preferidas que son, de manera específica, formas de recopilar, interpretar, organizar y pensar nueva información (Gentry, 1999, cit en Gallego, 2003).
Por ejemplo, cuando se aprende un nuevo concepto, algunos estudiantes se centran en los aspectos detallados del mismo mientras que otros se centran en los aspectos lógicos; algunos son más independientes y quieren aprender solos, mientras que otros prefieren estudiar junto a otros compañeros o cerca de sus profesores; algunos estudiantes prefieren leer o asistir a conferencias mientras que otros prefieren realizar actividades prácticas (Davis, 1993).
Son múltiples las definiciones del concepto de Estilo de Aprendizaje propuestas por los distintos autores. Se destaca lo siguiente:
Para Keefe (1988) los Estilos de Aprendizaje son los rasgos cognitivos, efectivos y  fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los discentes perciben, interacciones y responden a sus ambientes de aprendizaje, es decir, que un estilo de aprendizaje es una descripción de las actitudes y comportamientos que determinan la forma preferida de aprendizaje del individuo. La importancia de considerar los diferentes métodos de aprendizaje de los alumnos ha sido ampliamente estudiada. Murrel y Claxton (1987) citan tres trabajo en esta área que sirven de base para toda la posterior investigación sobre los estilos de aprendizaje: Dewey (1938) señaló que los estudiantes aprenden mejor si se incluye un componente de experiencia en el proceso de aprendizaje, y Lewin (1951) de manera similar, encontró que un entorno de aprendizaje activo juega un papel importante. Por otra parte, Piaget (1971) amplió la investigación concluyendo que la inteligencia es un aspecto del dinamismo entre la persona y el entorno de aprendizaje.
Para Honey y Mumford (1992), los estilos de aprendizaje son cuatro:
1.      Activista: Las personas que tienen predominancia en estilo activo se implican plenamente y sin prejuicios en nuevas experiencias. Se crecen ante los desafíos y se aburren con los largos plazos. Son personas muy de grupo que se involucran en los asuntos de los demás y centran a su alrededor todas las actividades.
2.      Reflexivo: Los reflexivos aprenden también con las nuevas experiencias pero no les gusta estar directamente implicados en ellas. Reúnen datos, analizándolos con detenimiento antes de llegar a alguna conclusión. Disfrutan observando la actuación de los demás, escuchándoles pero no intervienen hasta que se han adueñado de la situación.
3.      Teórico. Los teóricos aprenden mejor cuando las cosas que se les enseña toman parte de un sistema, modelo, teoría o concepto. Les gusta analizar y sintetizar. Para ellos si algo es lógico es bueno.
4.      Pragmático. El punto fuerte de los pragmáticos es la aplicación práctica de las ideas. Descubren el aspecto positivo de las nuevas ideas y aprovechan la primera oportunidad para experimentarlas. Tienden a ser impacientes cuando hay personas que teorizan.
Según el autor, son varios los estudios que confirman la relación entre los Estilos de Aprendizaje y el éxito académico, como resultado de la respuesta de los alumnos a diferentes métodos de enseñanza, destacando que los estudiantes aprenden con más efectividad cuando se les enseña con sus Estilos de Aprendizaje predominantes.

REFERENCIA
Gallego, A. & Martínez, E. (2003). Estilos de aprendizaje y E-Learning. Hacia un  mayor rendimiento académico. RED Revista de Educación a Distancia. Universidad de Murcia 2/007